jueves, 30 de agosto de 2018

INFJ DESCRIPCIÓN DEFINITIVA

Se dice que los INFJ son el tipo con una distribución más escasa a lo largo de la población. Por alguna razón, la función cognitiva de la intuición introvertida (Ni) se trata de la más escasa de todas. Es posible que a lo largo de la historia se hayan perpetrado persecuciones hacia los tipos de personalidad con esta función cognitiva dominante. Pues lo primero que aprenden las personas que tienen esta función es lo difícil que les resulta expresar y poner en palabras las imágenes abstractas que observan en el interior de su conciencia.

En este caso hablamos de los INFJ’s, y conozco a tres personas con este tipo de personalidad, las cuales guardan alguna semejanza.

Lo primero que quizá pueda observarse de este tipo es que a pesar de ser bastante sociables, son bastante difíciles de conocer, o más bien de comprender. Los INFJ manejan desde una ventaja abrumadora la mayoría de sus interacciones sociales, pues saben por lo general que resorte tocar de cada persona conducir las relaciones hacia un ambiente cómodo y apacible, ambiente en el cual destacan porque tienen unas habilidades comunicativas excelentes.

Los INFJ transmiten confianza a su interlocutor casi siempre, por lo que sorprendentemente, todo el mundo encuentra adecuado abrirse y contarle sus problemas e inseguridades sin apenas conocerles. Esto suele poner a los INFJ en una situación privilegiada como custodiador de todos los secretos de todo el mundo, pero también les sumerge en un dolor y una carga no pedida al absorber el dolor de los demás, a los cuáles no puede ayudar tanto como quizá les gustaría. Y aún peor, los INFJ no suelen tener relaciones en las que ellos se encuentren la posición de ser comprendidos por los demás, y desarrollan la capacidad por ello de saber de quién fiarse y de quién desconfiar.

Los INFJ desarrollan también la capacidad de aconsejar a los demás proveyéndoles del consejo que necesitan para sus situaciones. Son además concienzudos en ello si se lo proponen y tienen el verdadero deseo de ser de ayuda, y son esas acciones su manera favorita de comunicarse. Les gusta expresarse a través de acciones especiales hacia las personas que les son significativas.

Ponen, por lo general esfuerzo en desarrollar sus propios gustos y propio estilo. Suelen tener un gusto tan discreto como llamativamente elegante en la vestimenta, sin ser una elegancia entendida en el sentido tradicional de chaqueta y corbata. Aunque tal cosa no es exhaustiva y se basa únicamente en los INFJ que conozco personalmente y los que he visto aunque no conozca personalmente.

 Los INFJ suelen tener intereses intelectuales casi siempre, pero bastante acotados a su campo de interés, casi siempre están interesados en seguir adquiriendo conocimiento y progresar en aquello que sea de su especialidad. Aunque es muy posible que organicen su plan de estudio a su manera, no es extraño que la manera en que estudien sean canales formales (universidad, cursos oficiales) que puedan proporcionarles un título oficial.

A los INFJ les gusta debatir acerca de temas sociales como forma de aprendizaje, les agradan por lo general los espacios en los que pueden ofrecer su opinión. Su punto de vista es propio, y suelen ser escépticos respecto a la información, y como su función cognitiva principal es la intuición introvertida (Ni) tienden a la síntesis de paradojas, y a simplificar puntos de vista que en un principio a los demás les pudiera parecer contradictorios. Tienen como función terciaria el pensamiento introvertido (Ti), la cual les compele a buscar el máximo sentido lógico en aquello que van a expresar, de modo que su expresión suele aparecer como muy bien articulada. Como todos los tipos INxJ, necesitan expresar su punto de vista verbalmente o por escrito para comprobar su consistencia, motivo por el cual el debate o la conversación puede ser una buena oportunidad para el debate. Esto es así siempre y cuando el INFJ no se encuentre en situación de estrés prolongado, en cuyo caso es percibido como terco y sectario.

Los INFJ tienen una relación particular con el orden, en este sentido puede ser perfectamente confundido con un INFP, pues aunque la mayoría de los INFJ tienen parcialmente sus cosas ordenadas en el mundo exterior, ellos priorizan el orden mental gracias a esa función terciaria (Ti). De hecho, tal función terciaria nos presenta al INFJ de un modo que nos puede parecer mucho más racional que emocional. Si esa apariencia de racionalidad es muy pronunciada, quizá se encuentre bajo una situación de estrés. Parece ser que uno de los mayores miedos de los INFJ es parecer incoherente, contradictorio o absurdo.

Por último, podemos decir que los INFJ normalmente tienen una visión a medio-largo plazo de cómo les gustaría que fueran sus relaciones (esta visión a medio-largo plazo la tienen de todo lo que capte su interés), en las cuales trabajan muy intensamente cuando se sienten comprometidos con ella. Los INFJ podrían afrontar a veces el peligro de ser excesivamente competitivos con su pareja, queriendo siempre tener la razón, llevar las cosas a su terreno, controlarla a través de sus expectativas o incluso rechazar a quien no piensa ideológicamente como ellos, o al menos tener serias reticencias en ese sentido. Esto último, sin embargo, no tiene por qué ser malo siempre.

Los INFJ suelen hacer todo lo que se encuentra en sus manos para introducir dinámicas de mejora en sus relaciones y pueden ser muy tolerantes con los defectos y particularidades de su pareja. Normalmente no esperan que todo sea perfecto y aceptan también las partes malas y hacen todo lo posible para ayudar a sus parejas en todo lo que les sea posible.

lunes, 16 de abril de 2018

DIFERENCIAS INFJ-INFP #2

Me propongo hacer un segundo intento de diferenciar a los INFJ de los INFP. Hay diferencias clave que seguramente podemos rastrear para que cada persona pueda comprender realmente a qué tipo pertenece y la dinámica que sigues sus sentimiento e impulsos.

Resultado de imagen de heart brainPara empezar podemos ver una diferencia en la manera de sentir. Los INFP tienen la experiencia emocional por objetivo, y valoran todo tipo de sentimientos, pueden encontrar algo positivo o de valor en todas las experiencias emocionales de cada persona porque son capaces de ponerse en el lugar de los demás y experimentar en sus propias carnes la autenticidad de todas esas emociones. Los INFJ, también entienden las emociones de los demás, pero desde un punto de vista más global y quizá no tan individualizado como el del INFP. Los INFJ captan como catalizadores en el ambiente las emociones y vibraciones que fluctuan y comprenden qué podría estar pasando con esa persona en concreto. Los INFJ son más imparciales a la hora del juicio emocional, no buscan tanto comprender la experiencia emocional de los demás (como en el caso del INFP) como poner esas emociones al servicio de buenas causas y buenos propósitos. Para los INFJ las emociones sirven para hacer el bien, para los INFP las emociones son buenas (entendiendo por buenas auténticas y lo que refleja tu verdadero ser).

Para los INFP las emociones son una forma de auto-conocimiento, utilizan las emociones para conocerse y se eligen, eligen entre su parte buena o parte mala en cada caso. Eligen quiénes van a expresar que son. En el caso de los INFJ, sus emociones sirven para expresar su visión de las cosas, sirven para organizar el mundo en el que viven y establecer prioridades en un plano organizativo. Esto hace que las emociones los INFJ no sean tan espontáneas como las de los INFP. Los INFP no siempre encuentran la necesidad de llevarse bien con los demás si tienen un conflicto interno, no quieren hacer nada por lo cual no se sientan motivados. Sin embargo, los INFJ difícilmente van a romper la armonía externa con los demás por muchos demonios internos que tengan. Las emociones están al servicio de la armonía y no tan centradas en el estado actual de su yo.

Esto afecta también a la manera de socializar con los demás. Probablemente los INFJ van a tener una gran red de contactos. La manera en que los INFJ es a través de un sentimiento de empatía que les conecta con los demás "humanamente". Los INFJ encuentran lo que tienen en común con los demás y consiguen generar instantáneamente un sentimiento de confianza que hace que los demás les abran las puertas sin pensarlo dos veces. Simplemente saben conectar con los demás y moverse en la misma "onda". En el caso de los INFP, la experiencia es más individualizada, aunque es más probable que los contactos de los INFJ sean más numerosos que los del INFP, esto no es necesariamente así, pues como remarcamos antes, los INFP pueden encontrar algo auténtico y agradable en cualquier persona. Ello es independiente en gran medida y hasta cierto punto, de los defectos de las personas en cuestión, se trata simplemente de sinceridad y autenticidad, de modo que los INFP puedan encontrarse cómodos explorando las emociones de esa persona y las singularidades que la hacen única.

Ambos tipos son bastante reflexivos por lo general, pero de nuevo, la manera de expresar esto es diferente para ambos tipos. Los INFP consultan consigo mismos para saber cuál es la decisión adecuada en cada situación. Respetan y toman muy en serio ese proceso, sin importar las consecuencias, pues lo que buscan es hacer lo correcto. Para los INFJ sin embargo, como hemos dicho antes, lo importante es que los sentimientos sirvan a un buen fin, y ese fin por lo general son los demás. Los INFJ toman sus decisiones de manera más calculada (no en el mal sentido), teniendo en cuenta como va a impactar en su visión, en los objetivos que tienen y en las personas que les resultan importantes.

Tocando un último aspecto, podría ser el liderazgo, el cual tiene diferente impacto en ambos tipos. Los INFJ no suelen ser reacios a ostentar posiciones de liderazgo, pero tampoco suele estar entre sus ambiciones. Los INFJ suelen ser elegidos por los demás para liderar los proyectos que sean en cada caso. Los demás ven en ellos a alguien ideal por sus capacidades organizativas y su capacidad de dedicación y trabajo como la persona adecuada para liderar. Los INFP sin embargo, tienden a sentirse menos cómodos dando instrucciones a los demás, aunque sí ayudando. Los INFP creen que cada uno sabe o debería saber lo que tiene que hacer, y que por lo tanto ellos no tienen que decírselo ni andar detrás de ellos para que lo hagan. Por otro lado, los INFP tienden a no querer ser demasiado destacados en el mejor de los casos, y en el peor, quieren pasar totalmente desapercibidos, aunque eso no significa que no quieran que se valoren sus méritos. También hay que tener en cuenta que los INFP no creen en un orden que valga para todos por igual, luego no creen que tengan que imponerle a nadie su propio orden.

Por supuesto que hay muchas más diferencias, sobre las cuales se podrá abundar más adelante o en los comentarios en caso de que sea necesario.