Los INTJ son escasos en cuanto a
población. Son apodados los librepensadores, científicos, estrategas en el
marco de esta teoría. Los INTJ son personas muy particulares que viven una vida
medio clandestina muchas veces, porque otros les considerarían muy raros, y hay
otros que se esfuerzan por adaptarse, aunque no suelen conseguirlo
completamente. Esto ocurre porque los INTJ tienen sus propios criterios e ideas
de cómo funciona el mundo y de cómo debería actuarse. Los INTJ tienen una
especie de sentimiento de no pertenencia al rebaño, que sigue costumbres y
actúa de una manera más o menos automática y sin propósito. Muchas veces esto
es motivo de separación y aislación con respecto a los demás.
En general, a los INTJ les gustaría que
otros comprendan que ellos no son raros, sino simplemente ellos, y que eso no
tiene por qué mezclarles en forma de pensar con los demás. Otros pueden pensar
que los INTJ son muy exigentes con otras personas, y suele ser cierto porque
también suelen ser muy exigentes consigo mismos. Los INTJ son analíticos y piensan siempre cuál
sería la mejor forma de abordar cualquier cosa. Preparan una estrategia hasta
para la cosa más nimia e insignificante.
Los INTJ son argumentativos y disfrutan
enormemente de los debates. Tienen debates imaginarios en la cabeza, en el que
contestan a sus propios argumentos e imaginan todas las posibles respuestas. Suelen
presentar sus conclusiones después de un largo y elaborado proceso de pensamiento,
en el que todo está muy bien encajado. Hablar de cuestiones sobre las que no
han pensado previamente les haría sentir muy incómodos. Esto puede hacer que
los INTJ presenten sus conclusiones de manera firme, que a veces puede parecer
arrogante, esto a veces sucede porque los INTJ ya han cubierto todos los lados
por los que se le puede atacar.
Los INTJ piensan siempre globalmente, toda
acción llevada a cabo ha de tener un propósito, no dan nada por sentado y
siempre tienen en cuenta peligros potenciales y toman sus precauciones y
preparan planes B o C o D. Los INTJ evalúan su posición a cada paso que dan
para conseguir sus objetivos, y aunque avancen firmemente hacia ellos, ese
objetivo también es una posibilidad y puede ser bastante genérico. El exceso de
pensamiento puede paralizar la acción, y esto ocurre con los INTJ con cierta
frecuencia, o al menos la puede postergar bastante, de acuerdo con sus propios
planes.
Quieren mucho a toda la gente que
aprecian, especialmente a sus más allegados. Les hacen regalos y son todo lo
tolerantes que pueden con ellos. Pueden llegar a ser inflexibles con alguna
gente. Principalmente cuando les hacen desperdiciar recursos como el tiempo o
el dinero, el cual les encanta ahorrar tanto como puedan. Son impacientes si se
trata de cosas serias, especialmente el trabajo, detestan las interrupciones
ante los temas que les parecen importantes. Nada les parece más estimulante que
debatir acerca de temas de su interés y poner sus planes en marcha. Son previsores
porque predicen bien las acciones que otros llevarán a cabo.
Suelen ser serios, y se aburren con lo
rutinario, como todos los intuitivos. Hay veces que se confunde la seriedad con
la frialdad. Y esto les ocurre con mucha frecuencia, especialmente porque
muchos INTJ tienen el hábito de tener una cara horriblemente seria, sin que eso
se corresponda en absoluto con su ánimo o su humor. También pueden parecer muy
intimidantes o excesivamente directos o incluso descorteses, es un punto flaco
de los INTJ, porque les resulta difícil percibirlo si saben que están diciendo
algo veraz. Adoran los sistemas, y encontrarles fallos, y por último,
mejorarlos. Son muy sensibles, en un sentido negativo, a fuertes estruendos,
olores fuertes, colores chillones… y en general, todo estímulo sensorial
demasiado intenso. Esto ocurre también con las emociones, no han de ser
demasiado fuertes, lo cual les convierte en personas extremadamente sensibles, contra toda apariencia externa.
Ejemplos de INTJ son personajes como
Hanibal Barca, Isaac Newton, Friedrich Nietzsche, Karl Marx, Zuckeberg,
Keyness.
Personajes como Dr House (el personaje, no
la persona). O políticos como Alejo Vidal Quadras y Albert Rivera. También lo es el filósofo Fernando Savater.